Todo perfecto, pero el desayuno escaso.

Las habitaciones ofrecen un buen nivel de confort y muchas tienen un diseño moderno y atractivo. La cama es tan cómoda que es difícil no querer quedarse un rato más en ella.

Un problema significativo fue la distancia entre edificios. mis compañeros y yo nos tuvimos que mover entre ellos, lo que fue un engorro. Además, el aire acondicionado no funcionaba bien en una de las habitaciones, haciendo la estadía menos placentera.

La atención personalizada fue un gran detalle y me sorprendió el delicioso menú de degustación del restaurante, perfecto para una cena especial.

Las habitaciones son un verdadero oasis de confort, con paredes insonorizadas que transforman el ruido de la ciudad en un susurro. La cama era tan cómoda que me sentí como si descansara sobre nubes. Y el desayuno. ¡ay, el desayuno! Contaba con opciones vegetarianas y croissants que parecían recién salidos de un cuento de hadas.

Desayuno algo limitado

una experiencia inolvidable gracias a un personal cálido y acogedor que se preocupó por cada detalle durante nuestra estancia

Desde que llegamos, nos hicieron sentir como en casa. La atención del personal fue excepcional, ofreciéndonos recomendaciones locales y haciendo que nos sintiéramos como VIP. Las habitaciones eran cómodas y limpias, y la ubicación, aunque en una calle tranquila, tenía todo lo que necesitábamos cerca. Definitivamente, un lugar al que volveré.

Ideal para familias buscando confort

Primero, el desayuno era muy bueno, con opciones saludables y un buffet agradable. Además, me proporcionaron un mapa al llegar que facilitó mucho ver lo mejor de la zona, estaba todo bastante accesible.

No era barato, pero aceptable.

La experiencia en The Editory fue memorable. Disfruté de habitaciones limpias y confortables, con un trato excepcional por parte del personal. La oferta del desayuno tiene margen de mejora, pero la atención al cliente me conquistó. La cata de vinos fue un detalle inesperado y muy apreciado.

Hotel elegante con un jardín encantador y una ubicación ideal. A solo 700 metros del Coliseo, perfecto para paseos. El personal lleno de atención, ¡casi me sentí como la realeza!

La ducha era tan espaciosa que podría haber hecho un casting para una película.

La habitación era genial, muy moderna y limpia. Las camas eran súper cómodas, casi no quería salir de la cama para explorar Oporto. Además, la ducha tenía un buen diseño y las amenities de Castelbel eran un detalle bonito. El aire acondicionado funcionaba perfecto, lo cual se agradece. Ah, y el café de la máquina en la habitación era de buena calidad, un lujo para empezar el día.

Las habitaciones son muy modernas y las camas son cómodas. La atención del personal fue correcta, siempre dispuestos a ayudar. La ubicación permanece a un paso del centro, aunque hay una cuesta que cuesta un poco al principio, pero te acostumbras. Una de las cosas que podrían mejorar es el desayuno, ya que la variedad es escasa. En cuanto a la limpieza, todo estaba impecable. Me sorprendió gratamente la amabilidad al ofrecer recomendaciones sobre lugares locales y detalles especiales para el cumpleaños de mi pareja. En general, una estancia agradable a pesar de algunas pequeñas imperfecciones.

Este lugar me queda perfecto. Me encanta el wifi gratuito y la posibilidad de almacenar mi equipaje. Recuerdo que la primera vez que estuve, el personal me ofreció una bebida caliente porque hacía frío. ¡Siempre vuelvo!

la decoración del restaurante es preciosa con muchas plantas. el desayuno es algo limitado.

super recomendado for una noche

Agradable hotel, agradable habitación, el personal es amable y el desayuno es variado y delicioso, además la localización es conveniente porque está a solo 15 km del aeropuerto y el acceso es fácil.

No podría haber ido mejor

Las habitaciones estaban decoradas con bastante gusto y la atención del personal fue excepcional. Un buen detalle fue la botella de agua que cada día colocaron en la habitación. La limpieza del lugar era impecable y el aire acondicionado funcionaba a la perfección.

El precio del desayuno era caro.